En 1951 se estableció el Nevada Test Site, un emplazamiento para pruebas nucleares en el desierto, en el Condado de Nye, unos 105 kilómetros al noroeste de la ciudad de Las Vegas. El emplazamiento se mantuvo activo hasta 1992, y en él se realizaron 952 pruebas, la mayoría de ellas subterráneas. Las explosiones en superficie se realizaron durante la década de los cincuenta, provocando gigantescas nubes atómicas visibles perfectamente desde la distancia, y especialmente desde la ciudad de Las Vegas, hasta el extremo de convertirse en atracciones turísticas. Gran parte de las fotografías más representativas de explosiones nucleares provienen de este periodo. En los años 52, 53, 55 y 57, las pruebas se realizaron en la atmósfera, y provocaron que grandes dosis de elementos radiactivos se expandieran por los estados contiguos, siendo los causantes de miles de casos de cáncer de tiroides.